Los traductores en línea tienen todavía mucho que aprender. Una de las
imprecisiones más recientes con las que me he topado es que por alguna
razón, en ciertas sentencias (aún) no pueden interpretar la diferencia entre “petróleo” y “aceite”, por el simple hecho de que en inglés llaman ceremoniosamente a ambos “oil”.
Por supuesto, la mejora en la traducción no sólo depende de los
desarrolladores detrás del servicio, sino también de los usuarios que
recurren a él. En el caso de Google Translate, puedes
reportar si la traducción es útil, incorrecta, o del tipo ofensiva. Hay
ocasiones en las que la detección automática de idioma comete un error,
provocando inconsistencias en el resultado. Pero además de ser fácil de
usar, Google Translate es gratuito, y otros programas pueden recurrir a sus capacidades. Así es como trabaja la utilidad Transmiti.
Transmiti no requiere de instalación alguna. Como configuración
estándar, utiliza la tecla de Windows como atajo de teclado para activar
su función, pero puedes cambiarla por la tecla de menú contextual, o
alguna de las “teclas F” (ten cuidado de no generar conflictos con otros programas).
Luego, sólo deberás seleccionar el texto que deseas traducir, ya sea en
el interior de un PDF, un documento de Word, una planilla de Excel, un
archivo de ayuda, o en cualquier otra parte en donde el texto se pueda
ser “pintado”. Presiona la tecla configurada en Transmiti, y verás una nueva ventana con la traducción obtenida a través de Google Translate.
Todas sus virtudes y limitaciones a la hora de traducir dependen
exclusivamente de Google Translate, por lo cual Transmiti básicamente
cumple el rol de extensión para dicho servicio.
Si la idea de copiar y pegar para traducir te aburre, entonces deberías darle un vistazo a
Transmiti.
Es muy humilde en materia de recursos y compatible con XP, Vista y 7.
Existen aplicaciones dedicadas para traducir texto, y otros servicios
competidores como
Babel Fish de Yahoo!, sin embargo no debemos
olvidar que todo lo referente a traducciones no puede ser confiado al
cien por ciento. Desde cierto punto de vista, la traducción enfrenta los
mismos problemas que el reconocimiento de voz.
Tanto el hardware como el software han evolucionado de forma
impresionante en estos últimos años, pero los idiomas aún presentan
barreras muy difíciles de superar.