viernes, agosto 05, 2011

Los traductores en línea tienen todavía mucho que aprender. Una de las imprecisiones más recientes con las que me he topado es que por alguna razón, en ciertas sentencias (aún) no pueden interpretar la diferencia entre “petróleo” y “aceite”, por el simple hecho de que en inglés llaman ceremoniosamente a ambos “oil”. Por supuesto, la mejora en la traducción no sólo depende de los desarrolladores detrás del servicio, sino también de los usuarios que recurren a él. En el caso de Google Translate, puedes reportar si la traducción es útil, incorrecta, o del tipo ofensiva. Hay ocasiones en las que la detección automática de idioma comete un error, provocando inconsistencias en el resultado. Pero además de ser fácil de usar, Google Translate es gratuito, y otros programas pueden recurrir a sus capacidades. Así es como trabaja la utilidad Transmiti.



Transmiti no requiere de instalación alguna. Como configuración estándar, utiliza la tecla de Windows como atajo de teclado para activar su función, pero puedes cambiarla por la tecla de menú contextual, o alguna de las “teclas F” (ten cuidado de no generar conflictos con otros programas). Luego, sólo deberás seleccionar el texto que deseas traducir, ya sea en el interior de un PDF, un documento de Word, una planilla de Excel, un archivo de ayuda, o en cualquier otra parte en donde el texto se pueda ser “pintado”. Presiona la tecla configurada en Transmiti, y verás una nueva ventana con la traducción obtenida a través de Google Translate. Todas sus virtudes y limitaciones a la hora de traducir dependen exclusivamente de Google Translate, por lo cual Transmiti básicamente cumple el rol de extensión para dicho servicio.

Si la idea de copiar y pegar para traducir te aburre, entonces deberías darle un vistazo a Transmiti. Es muy humilde en materia de recursos y compatible con XP, Vista y 7. Existen aplicaciones dedicadas para traducir texto, y otros servicios competidores como Babel Fish de Yahoo!, sin embargo no debemos olvidar que todo lo referente a traducciones no puede ser confiado al cien por ciento. Desde cierto punto de vista, la traducción enfrenta los mismos problemas que el reconocimiento de voz. Tanto el hardware como el software han evolucionado de forma impresionante en estos últimos años, pero los idiomas aún presentan barreras muy difíciles de superar.

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