A más de cinco años de negociaciones con el gobierno mexicano en torno de la explotación de la banda 2.5 Ghz y ante la falta de una respuesta concreta, el grupo MVS de Joaquín Vargas decidió hacer público su proyecto de banda ancha móvil en el que podría invertir hasta 400 millones de dólares para ofrecer el servicio de mayor velocidad y a más bajo precio del mercado, lo cual revolucionaría las comunicaciones móviles del país y abriría una nueva era de competencia en el negocio de las telecomunicaciones.
Es banda ancha a través de la tecnología Long Term Evolution.
Es el siguiente paso en la evolución tecnológica; la actual generación de redes móviles 3G ha permitido a los dispositivos avanzados y las computadoras portátiles conectarse a Internet.
Pero el éxito del iPhone, iPad, Smartphones o las Netbook está saturando la capacidad de esta red. La evolución a largo plazo está cifrada en el paso de la tecnología 3G a la 4G.
Se trata de un esquema en el que los 190 megahertz de la banda 2.5 que tiene concesionado MVS pudiera compartirse con otros cinco operadores, por lo menos, que detentarían 20% cada uno, incluido el gobierno federal.
Además, prevé que un operador independiente lo administre, quien será fiduciario del gobierno y garantice los intereses de las empresas usuarias de la red. Sería un consorcio concesionario que aglutine a las empresas inversionistas y democratice el capital.
La intención es evitar suspicacias en el sentido de que un solo operador (Telmex-Telcel) pudiera apropiarse del proyecto.
Por lo pronto, MVS analiza, entre tres operadores independientes, cuál sería el candidato independiente.
Dos de ellas son, Ericsson (que ya actúa en calidad de operador independiente y tiene 750 millones de suscriptores) y la empresa china ZTE Huawei. También está Nokia.
Con este proyecto de consorcio concesionario se podría -desde el punto de vista del equipo de los Vargas- diversificar entre varias empresas la titularidad de las concesiones de MVS, fortalecer la empresa que desarrollará el proyecto, eliminar el temor de controles monopólicos y ofrecer beneficios múltiples para el público en general.
Las empresas que ya han mostrado interés por participar en el consorcio concesionario son Intel, Clear Channel, Alestra, KDDI, KT, SK Telecom, Bell y BT.
Y, entre otros líderes mundiales que son potenciales inversionistas, están Google, Marcatel, Comcast, Yahoo, Movistar, Vodafone, France Telecom.
Hacienda y el atorón
El proyecto en su versión más acabada ya se presentó a las autoridades, pero el atorón -aseguran fuentes de la propia empresa- continúa en la oficina del subsecretario de Hacienda, José Antonio González, quien pretende la división de los 190 megahertz del espectro que detenta MVS y concesionarlo en tramos con un propósito eminentemente recaudatorio.
Desde el punto de vista de la empresa que ofrece el servicio de televisión de paga Dish -dirigido al mercado de la población de más bajos recursos-, el proyecto en cuestión pretende replicar precisamente ese modelo de servicios de telecomunicaciones a bajo precio.
Para realizarlo, se necesita de toda la supercarretera que representan los 190 megahertz en la banda 2.5 porque partirla en tramos elevaría los costos y haría más ineficiente el modelo.
Sin embargo, en Hacienda la posición es más recaudatoria que en función de una visión en materia de desarrollo de las telecomunicaciones.
La contraprestación económica que pretenden en la dependencia gubernamental es la que ha impedido que se concrete el esquema.
Ello a pesar de los ejercicios comparativos internacionales, la perspectiva de desarrollo de las telecomunicaciones, la democratización del capital con el consorcio de concesionarios y la potencial atracción de inversiones nacionales e internacionales, además de los servicios de banda ancha móvil a velocidad y precios no vistos hasta hoy en México.
A últimas fechas, Hacienda -dicen las fuentes que conocen de cerca el proyecto- ha trasladado la papa caliente a la Cofetel, que presuntamente tiene que emitir los lineamientos técnicos.
Mitos y realidades
Alrededor de los 190 megahertz en la banda 2.5 de MVS, considerada un tesoro de valor superlativo, se han tejido gran cantidad de historias.
Los allegados a la familia desmienten tajantemente que Carlos Slim es dueño de MVS; la realidad, dicen, es que pertenece a un grupo empresarial fundado en 1967 con varias líneas de negocio. Otro mito es que es mejor dividir los 190 megahertz para repartirlos entre varias empresas. La realidad es que, a mayor cantidad de espectro, mayor la eficiencia, mejores los servicios y menores los precios.
Con esta red se podría dar conexión móvil hasta 20 veces más rápida, lo que permitiría ver en tiempo real video en alta definición en línea, sin cortes ni tiempo de bufer, transmisiones de televisión en vivo, en tiempo real en cualquier dispositivo móvil, descargar una película de 700 megabytes en 90 segundos, entre muchas otras cosas.
Es una tecnología que ya existe y está en operación y posee pruebas comerciales con más de 155 operadores en 64 países en el mundo.
Fuente: http://eleconomista.com.mx/columnas/columna-especial-empresas/2011/04/04/banda-ancha-precios-bajos-ya-mvs
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